Me producen escalofríos
Me estremezco
Vienen a mi memoria cada uno de tus besos, tu aliento en mi piel desesperada por sentirte, el roce de cada uno de tus dedos, de tu piel sobre mi cuerpo, de tu lengua recorriendo mis pechos
No debería de haber sucedido
No estaba preparado, pero latía en mi mente
El deseo rezumaba por cada uno de los poros de mi piel
La tensión estaba en el ambiente
Recorriste mi espalda con tus manos, masajeabas cada zona de mi piel. Se destensaba, se relajaba, se calentaba. Me estaba consumiendo.
Giré sobre mi misma
Tocaba relajar mi cuello
Estaba tranquila. No iba a suceder nada. No estaba preparada para ello.
El roce de tu lengua sobre mis labios. Tensión
El roce de tus dedos descendiendo por mi pecho. Buscabas mi pezón erguido. Lo encontraste, receptivo, esperándote. Acercaste la boca y succionaste. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. No podía estar sucediendo. Llegaste hasta mi boca y te acepté. Nuestras lenguas se entrelazaron.
Acababa de perder la batalla
Estaba rendida
Busqué tu miembro con las manos y me ayudaste a liberarlo. Lo besé. Sentí su calor y lo recorrí con mi boca. Necesitaba sentir su calor, su tersura, su dureza. Ahí quedó su sabor sobre mi lengua
Otra vez busqué tu boca y me entregué
Levantándome rendida a lo que no quería, pasamos a tu habitación, perdiendo la ropa a los pies de la cama
Los recuerdos son vagos
Sólo sensaciones
Bocas unidas por la pasión
Tu olor aún permanece en mis manos
Tumbada sobre tu cama llegaste a mi, besándome, penetrándome, arqueando mi espalda de placer
Mis manos buscaban tus nalgas. Ansiedad. Necesitaba tenerte dentro, muy dentro y sentir tus movimientos rítmicos mientras me mirabas a los ojos y me buscabas con la boca los labios, cada vez más deprisa, cada vez más intenso, cada vez más placer y lo rocé con los dedos,
Me quedé de lado y te colocaste detrás de mi. Necesitabas seguir
Fue entonces cuando me agarraste los pechos firmemente, con la fuerza que da el saberme tuya y embestiste si piedad, sin pausa, con la ansiedad de llegar. Y ocurrió. El placer llegó y saliste de mi y mi boca se precipitó sobre tu miembro para absorber tu calor y hacerlo mío. Calor amargo que explotaba con fuerza en mi garganta.
Aún queda tiempo, es pronto y como no… repetiremos
Pero siempre quedarán en mis manos esos primeros recuerdos
El recuerdo de tu olor, el recuerdo de tus dedos, el recuerdo de tus besos arrancándome los míos y el recuerdo de tu cuerpo